jueves, 23 de febrero de 2017

HUARAZ


Después de ocho años con toda mi familia salimos fuera de Lima. El viaje con destino a Huaraz apenas duró siete horas, los cuales fueron suficientes para comprobar que los valles del Callejón de Huaylas y de Conchucos siguen más hermosos que nunca, los paisajes exquisitos, el clima de enero cambiante y sorprendente y la calidez de las personas como siempre.
Nadie puede quitarnos lo vivido, ni los reproches de tu jefe, ni las cuentas luego de; ni el inicio del trabajo más sacrificado y hermoso del mundo, nada.
Ver el rostro de mis hijos luego de sentir la lluvia torrencial, los truenos, los relámpagos, el granizo, el frío del nevado, es una sensación que nunca olvidaré y una alegría que por supuesto espero repetir, no después de largos ocho años, sino apenas de algunos meses.
Sin embargo debo precisar que si algo no me gustó de Huaraz, fue lo descuidado que tienen algunas de sus calles céntricas, basura acumulada en varias esquinas, perros comiendo de esos desechos, el poco cuidado del ornato de la misma ciudad; por ratos pensé que seguía en Lima. Ojalá que todo ello cambie, por el bien de todos.
A pesar de ello, Huaraz sigues siendo, después del Cusco mi segunda ciudad favorita. 

BIOHUERTO