Mis niños palestinos
que no tuvieron tiempo de amar
que no les permitieron reir
sino llorar, solo llorar.
Y tu dulce mirada solo fue conducida
hacia el vacío del firmamento
solo donde se encuentran
miles y miles de miradas
agunas vivas, otras muertas
unas con miedo, otras con rabia.
Y es que en aquel cielo
iluminado alguna vez
por la estrella de David
hoy solo ve el peso de la maldad
de la cobardía, de lo inhumano
hoy iluminada solo
por las sombras de dolor…
¿Es que esto es solo el principio?
Porque si es así,
Bienaventurados los que ya no ven,
Dichosos los que ya no oyen,
Regocijados los que ya no sienten,
Bienaventurados todos aquellos
cuyos sentidos han sido talados de raíz.
Malaventurados los que no ven,
Desventurados los que no oyen,
Desdichados los que no sienten,
Malaventurados todos ellos
cuyas almas han sido compradas
y creen que esto es una guerra.
Pues de guerra no hay nada
pero si mucho de genocidio y de abuso
yo te bendigo para que no llores más
para que solo pueda saber de ti
risas y amores, besos y flores,
y ya no más sombras de dolor.
que no tuvieron tiempo de amar
que no les permitieron reir
sino llorar, solo llorar.
Y tu dulce mirada solo fue conducida
hacia el vacío del firmamento
solo donde se encuentran
miles y miles de miradas
agunas vivas, otras muertas
unas con miedo, otras con rabia.
Y es que en aquel cielo
iluminado alguna vez
por la estrella de David
hoy solo ve el peso de la maldad
de la cobardía, de lo inhumano
hoy iluminada solo
por las sombras de dolor…
¿Es que esto es solo el principio?
Porque si es así,
Bienaventurados los que ya no ven,
Dichosos los que ya no oyen,
Regocijados los que ya no sienten,
Bienaventurados todos aquellos
cuyos sentidos han sido talados de raíz.
Malaventurados los que no ven,
Desventurados los que no oyen,
Desdichados los que no sienten,
Malaventurados todos ellos
cuyas almas han sido compradas
y creen que esto es una guerra.
Pues de guerra no hay nada
pero si mucho de genocidio y de abuso
yo te bendigo para que no llores más
para que solo pueda saber de ti
risas y amores, besos y flores,
y ya no más sombras de dolor.
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