Cuando el gran Nobel Gabriel García Márquez escribió esta obra tenía setentaisiete años, sin lugar a dudas fruto de su mayor talento y constancia en la escritura.
Es mi primera novela leída en este año y vaya que no me gustó del todo, a pesar que es una bonita y rara historia de amor entre un anciano y una niña de catorce años, Delgadina.
Y digo que no me gustó del todo por las otras grandes obras que Gabo ha escrito y que he podido leer y releer como Cien años de Soledad, El amor en los tiempos del cólera, Crónica de una muerte anunciada, El coronel no tiene quien le escriba, La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile y La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y su abuela desalmada, excelentes obras que valgan verdades según mi modesto criterio, Memorias de mis putas tristes, no le alcanzan.
Sin embargo como dije es una bonita y rara historia de amor, con frases que dejan una gran lección como: "La inspiración no avisa", "El primer síntoma de la vejez es que uno empieza a parecerse a su padre", "Abrí mi corazón a las delicias del azar. Estoy loco de amor".
Espero seguir leyendo, devorarme libros y si Dios lo permite escribir hasta los setentaisiete como el gran Gabo.
Que así sea.
Es mi primera novela leída en este año y vaya que no me gustó del todo, a pesar que es una bonita y rara historia de amor entre un anciano y una niña de catorce años, Delgadina.
Y digo que no me gustó del todo por las otras grandes obras que Gabo ha escrito y que he podido leer y releer como Cien años de Soledad, El amor en los tiempos del cólera, Crónica de una muerte anunciada, El coronel no tiene quien le escriba, La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile y La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y su abuela desalmada, excelentes obras que valgan verdades según mi modesto criterio, Memorias de mis putas tristes, no le alcanzan.
Sin embargo como dije es una bonita y rara historia de amor, con frases que dejan una gran lección como: "La inspiración no avisa", "El primer síntoma de la vejez es que uno empieza a parecerse a su padre", "Abrí mi corazón a las delicias del azar. Estoy loco de amor".
Espero seguir leyendo, devorarme libros y si Dios lo permite escribir hasta los setentaisiete como el gran Gabo.
Que así sea.
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